martes, 4 de noviembre de 2008

III. Today, electoral night

Dicen los medios que hoy es una noche histórica, que un negro va a llegar a la Casa Blanca. Pedro me reprocha llamarle negro y me llama racista. Me advierte que, si no quiero perder su amistad, le llame hombre de color. Personalmente me parece una cursilada, pero evito comenzar un conflicto amistoso con Pedrito y echar por la borda años de amor filial. ¡Qué cursi!

Va el Pedro, tú, y me manda lo siguiente:

DE COLOR

Cuando nazco, soy negro.
Cuando crezco, soy negro.
Cuando tomo el sol, soy negro.
Cuando me asusto, soy negro.
Cuando tengo frío, soy negro.
Cuando enfermo, soy negro.
Y cuando me muero, seguiré negro.


En cambio tú, amigo,
cuando naces, eres rosa.
Cuando creces, blanco.
Cuando tomas el sol, te pones rojo.
Cuando tienes frio, azul.
Cuando te asustas, amarillo.
Cuando enfermas, estas verde.
Y cuando te mueras, te pondrás gris.
¿Y me llamas a mi “de color”?

Anónimo africano


Admito de color como término válido para referirme al negro de Obama y le anuncio que me pasaré la noche en vela para tragarme la victoria del de color. La última noche electoral, en la que ZP volvió a ganar para tranquilidad de unos y depresión de otros, disfruté como un enano el pataleo de Rajoy y las sonrisas de Ferraz. El hundimiento de Llamazares y su posible suicidio tampoco me desagradaron y el tropiezo de los nacionalismos me resultaron preocupantes en tanto a que son los únicos que pueden frenar los derroches de los rojos, sociatas o entrañables ositos hormigueros. Lo mejor de aquella noche del 9 de marzo fue la irrupción del fucsia más despampanante en la persona de la chica Díez.

Para entonces me pedí una Pizza al estilo Michael Moore de bacon y queso. Pero esta noche es muy diferente. La cantidad de usos horarios hace que la noche electoral comience a la 1 de la madrigada y termine para las 8 de la mañana. Aún y todo supongo que para las 5 me iré a la cama, cuando sepa que realmente Obama ha ganado. Si McCain gana no dormiré tranquilo. Costilla rígida me deja frío y no quiero que gane. Prefiero al negro mil veces más.

Ya he comprado galletitas saladas con forma de pez de la marca Cuétara, tres barritas de Kit-Kat, para el paréntesis entre ración y ración de galletas, y dos botellas de un litro de Aquarius de sabor naranja.

Abrir una botella de champán a las 5 de la mañana sería de locos, así que también me he hecho con una pequeña bolsita de conguitos para que sea una celebración de negros.

1 comentario:

  1. Al pan, pan, y al vino, vino. Si es negro pues negro es, nosotros somos blancos, y cambiamos de color porque poseemos un riqueza cromática mucho mayor, jejejeje, y una riqueza mucho mayor de expresión por los colores de nuesytro rostro. Ellos monocromáticos, pero negros, y no es malo serlo, para nada.Tengo amigos negros, y son geniales(no todos).

    ruben

    ResponderEliminar