martes, 17 de marzo de 2009

VII. En el siglo XXI y todavía así

Leo que "Dos hombres piden asilo por ser perseguidos por gays". Y me dan escalofríos que el hijo de un miembro del gabinete, a más señas el jefe, del Ministerio de Turismo de Senegal afirme que "no podemos seguir viviendo así. No podemos volver a Senegal porque nos encierran por ser gays. No nos dan trabajo porque los marroquíes son muy racistas con los negros. Los turistas vienen aquí a Marruecos para buscar un chico moreno para follar. Nos pagan un poco de dinero para poder vivir, comer y pagar el alquiler".

¡Qué horror! Que tu propio padre te denuncie, se entere de que eres gay y te denuncie. Y se arriesgue a no saber más de ti.

¡Qué triste! Que teniendo que vivir en un país con dificultades te supen más dificultades. Que los obstáculos se acentúen por ser como eres.

¡Qué desgracia! Que no te quieran por tu condición sexual. Que tu condición sexual sea el factor decisivo para vivir o no.

¡Qué pena! Que sigan existiendo redadas en los bares como en Stonewall.

Y, ¡QUÉ ALEGRÍA! Que mi país sea el que se interese por los derechos de los homosexuales en los países más intransigentes con mi orientación sexual.

1 comentario:

  1. Qué vergüenza que los humanos tratemos así a otros humanos.

    Un abrazo,

    Josep

    ResponderEliminar